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De igual modo que el acoso en el lugar de trabajo o en la escuela. los medios de comunicación pueden utilizar su influencia para hostigar a una persona, colectivo u organización.
Cada día estamos más “familiarizados” con términos como mobbing (acoso laboral) o bullying (acoso escolar), así como maltrato familiar, maltrato infantil o violencia de género. Sin embargo, obviamos que la violencia está más presente en nuestras vidas de lo que podemos creer.
Probablemente seamos víctimas de otro tipo de acoso, es más, podríamos estar acosando sin ser conscientes de ello y, así, servir de mercenarios a quienes tienen fines perversos.
Como indica el titular, me refiero al “acoso mediático”. Tiempo atrás, cuando los medios de comunicación no existían o carecían de la influencia que tienen en hoy día, dicho acoso se reduciría a lanzar rumores o falsas noticias en la población donde reside la víctima con el fin de desacreditarla, aislarla y anularla, obtenido por ello algún beneficio económico, social o personal, incluso por puro divertimento.
Los fines siguen siendo los mismos, pero los protagonistas ahora son individuos que dirigen periódicos, canales de televisión, emisoras de radio y prensa online. Estos medios de comunicación son empresas que dependen de otras, ya sean públicas (ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas o el estado) o privadas (bancos, multinacionales, empresas de telecomunicaciones, etc), y harán lo posible para mantener su negocio, aunque tengan que hundir en la miseria a na o más personas.
No es de extrañar que tanto en dirigentes de grandes empresas, reputados presentadores de TV, periodistas y gobernantes políticos se den un porcentaje muy alto de psicópatas, personas carentes de empatía, escrúpulos y remordimiento alguno. Personas ciertamente atractivas y persuasivas pues dominan la mentira tanto verbal como no verbal. Para cuando te das cuenta, el daño ya está hecho y es irreparable.
La creencia de “si sale en la ‘tele’ será verdad” puede ser muy dañina.
Si dejas de leer, escuchar o ver sólo medios de comunicación afines entre ellos y tú ideología y creencias, probablemente ya estás a la merced de éstos.