¿Cuántas veces hemos escuchado "siempre ha sido así" tras proponer una forma mejor de hacer algo?. O ¿"Nunca nadie se ha quejado" cuando, en realidad, nadie está de acuerdo?. Patanes y más patanes.
Si a un nivel más íntimo y coloquial se han instalado los clichés de “no no, gracias” y “me da igual”, a un nivel más público y también dentro del ámbito laboral van arraigando otras frases/excusa cuya justificación deja mucho que desear. De entre éstas últimas podemos destacar la de “siempre ha sido así“ y “nunca nadie se ha quejado“, sentencias que cercenan cualquier atisbo de (auto)crítica y que ayudan a perpetuar la patanería individual u organizativa.
Como es habitual, empecemos con revisar algunos ejemplos:
- En algunos pueblos y ciudades se mantienen tradiciones que a menudo son absurdas o crueles contra los animales, y se defienden a muerte como señal de identidad cuando en la mayoría de casos nos sorprenderíamos de conocer que se tratan de costumbres instauradas recientemente y que surgieron por el motivo más banal. Así mismo, muchas discriminaciones inútiles contra minorías se mantienen porque “siempre ha sido así”, aún cuando la realidad haya evolucionado considerablemente.
- En una gran empresa u organización los nuevos empleados con talento que se incorporan, descubren fácilmente los vicios enquistados de la misma, y tratan de denunciarlo para intentar cambiar la situación y mejorarla. En seguida, los compañeros con más antigüedad le reprochan su actitud, argumentando que, aunque quizá esté mal (no se lo plantean) “siempre ha sido así” y “nunca nadie se ha quejado”, y que más le valiera no ser el primero. Lo más probable es que todo el mundo esté disconforme con el mismo tema, y se queje en privado o al aire, pero nadie se atreve a quejarse por miedo a perder un exiguo sueldo o estatus dentro de la empresa.
Nuevamente una actitud conformista, resignada, o directamente pragmática y cínica se imponen ante la alternativa lógica de
pensar en soluciones que mejoren nuestra calidad de vida. Ante un mundo en el que reina la inseguridad en todos los ámbitos (laboral, sentimental, familiar, etc.) y donde gana terreno la ley del no-esfuerzo, actitudes pasivas y que evitan en todo momento el conflicto, aunque éste sea necesario, son cada vez más habituales. Analizando el caso a estudio de este artículo, podemos identificar en cada una de estas dos frases trazas de este modo de ver la vida:
- En “Siempre ha sido así“, se refleja por un lado el falso conservadurismo que afirma que todo cambio es malo. Suele aparecer con frecuencia entre grupos de trabajadores con un empleo fijo y monótono, que les permite exiliarse del Sistema y disfrutar de un rincón privilegiado de “no pain-you gain“, conscientes de que fuera de su isla de comodidad, se halla el caos. Por lo tanto cualquier intento de cambio es rechazado utilizando este cliché, porque si se empieza cambiando cualquier detalle de su microcosmos ultra controlado, también podría peligrar su estatus, y por lo tanto su estilo de vida se desmoronaría.
- En “Nunca nadie se ha quejado“, se apela a uno de los principios básicos de la psicología social: el pánico a ser el primer rebelde del rebaño, quedarse solo dando un paso al frente y por lo tanto arriesgarse a ser represaliado y ejecutado. Esta frase es veladamente coercitiva: si nunca nadie se ha quejado, es muy posible que seas tú el equivocado, y por lo tanto debas no solamente seguir sin quejarte si no recomendar lo mismo al siguiente que venga. De este modo los problemas se perpetúan sin solución porque nadie se cuestiona “lo que siempre ha sido así y nunca nadie se ha quejado”. Aunque hasta lo que un día fue fiable pueda fallar.
Propongo finalmente sustituir esas dos sentencias por estas dos otras, de la siguiente manera:
- “Siempre ha sido así“ por “Quizás haya que revisar este método“, cuando seamos los receptores a alguna reclamación.
- “Nunca nadie se ha quejado“ por “¿Podrías detallar qué es lo que falla exactamente?“
De este modo quizás encontraríamos más errores propios y ajenos, colaborar en subsanarlos y mejorar considerablemente nuestro entorno, algo que siempre repercutirá en nuestro beneficio, lejos de ser una amenaza.
De este modo quizás encontraríamos más errores propios y ajenos, colaborar en subsanarlos y mejorar considerablemente nuestro entorno, algo que siempre repercutirá en nuestro beneficio, lejos de ser una amenaza.
Cuando alguien nuevo en un trabajo quiere cambiar algo, siempre lo tachan de “listillo”.
Neurotransmisores, es cierto, y eso coarta la iniciativa de esa persona que, probablemente, deje de proponer posibles soluciones o abandone la empresas antes o después.
Respecto a la frase “nunca nadie se ha quejado” es de esos casos que se dice la verdad sin intención, pues al negar la negación se está diciendo “alguien se ha quejado” (nunca nadie = alguien), que suele ser la realidad.
Escuchar la frase “siempre ha sido así” es un claro síntoma de que esa persona poco beneficio puede aportar o aportarnos.
Saludos.
siempre ha sido asi y nunca nadie se ha quejado muchas veces no nos quejamos por comodidad otras por miedo no hay que aceptar las cosas que nos molestan hay que saber defender nuestros ideales y no resignarnos por cobardia siempre mejor es ir al frente y no quedarse a un costado
Tenemos tanto miedo a ser diferentes, a ser “raros”, a que nos juzguen, a que no nos acepten, que nos conformamos con todo lo que nos echen, sin darnos cuenta que nos estamos faltando el respeto a nosotros mismos por conformarnos con unas situaciones que siempre han sido asi y que no nos gustan, aun sabiendo que podemos intentar cambiarlas. El miedo al que dirán o que pensarán nos paraliza, impidiendonos crecer y avanzar