Un nuevo noeresmas.com está en camino, y las invitaciones son limitadas, ...
¿Quieres un invitación?Inicio > Artículos > Preguntar no es de tontos
Está extendida la creencia que preguntar es una demostración de incultura, de falta de conocimientos, … de ignorancia. Como en otras tantas creencias, nada de certeza hay en ella.
La pregunta es una herramienta de aprendizaje también para quién responde, pues las personas podemos aprender de nosotras mismas simplemente escuchándonos. Al responder a una pregunta, hacemos conscientes conocimientos que teníamos pero desconocíamos su existencia.
Un momento adecuado para preguntar es cuando estamos presentes en un diálogo donde se trata un tema del cual tenemos escasos o ningún conocimiento. De esta manera mostramos interés por él, lo que no incomoda al resto de participantes, y ayuda a abrir el diálogo a otras personas que permanezcan en silencio.
Preguntar es un claro síntoma de querer saber más y las personas ignorantes no quieren aprender más porque ya creen saberlo todo, las tontas, en cambio, no podrían aprender aunque quisieran.
Finalmente, como decía José Ortega y Gasset
“Quien hace una pregunta, teme parecer ignorante durante cinco minutos. Quien no pregunta se mantiene ignorante toda la vida”
Creo que has dado en el clavo en cuanto a lo de que “el que responde también aprende”. Exacto!. Sin embargo, tampoco hay que jalear en exceso a la gente que pregunta demasiado, porque no olvidemos que las preguntas son a fin de cuentas interrupciones y si no se aprende a sintetizar, pueden acabar constituyendo un bloqueo al avance de una cuestión…
Es curioso. Si bien es cierto que muchas veces no nos gusta preguntar por las razones que expones, también es cierto que otras tantas veces, lo que incomoda es la respuesta. Parece como si tuviésemos que saber de todo y, si no damos una respuesta (sencillamente porque no la sabemos), en lugar de admitirlo y responder NO LO SÉ, si se tercia, hasta nos inventamos la respuesta y hacemos elucubraciones y todo, para no quedar mal (aunque en realidad no sé qué es peor). Qué curiosos podemos llegar a ser ¿no crees?
Creo, una vez más, que es una cuestión cultural. Claro, que uno puede optar por no hacer caso de los falsos mitos y preguntar lo que no sepa y responder “no lo sé” a lo que tampoco sepa y le pregunten. Y lo mejor de todo es que no pasa absolutamente nada por ello.
Un saludo.
Decir no lo sé resulta vergonzoso a muchas personas. Dices: “Parece como si tuviésemos que saber de todo” y “una vez más, que es una cuestión cultural” De acuerdo. La influencia cultural en las personas es como un disfraz que muchas llevan como piel, ignorando que se puede quitar, aunque, una vez más, con esfuerzo.
Un saludo y me alegro de “verte” de nuevo por aquí; ¡Gracias!.