Ya seas cristiano o no, lo cierto es que esta doctrina religiosa te ha dejado un legado de valores que te dificultarán ser feliz y disfrutar de la única vida que dispones. Pregúntate, ¿Padezco el mal del cristiano?
Nuestra sociedad española, y muchas otras, tiene valores como el sufrimiento y el sacrificio que lejos de ayudar sólo generan dolor innecesario, culpa, automaltrato y otros tantos males. Sin embargo, son aceptados y casi nunca cuestionados. Es más, parece resultar incomprensible poder vivir sin ellos:
- Un padre que proclama “yo me levanto cada día a las seis de la mañana para ir a trabajar por mis hijos …”.
Muy bien, o sea usted se sacrifica por sus hijos, o quiso decir por pagar la hipoteca de su casa, el coche, etc. Digo yo que antes de tener hijos también trabajaba. Además, si su trabajo no le gusta, déjelo o, al menos, cambie su actitud laboral y disfrute trabajando, además de no decir que se sacrifica por sus hijos, esto demuestra ignorancia no amor. - Una joven que con dolor pronuncia “A mi madre la operan el próximo sábado, ¡qué mal lo estoy pasando!”.
¿Ese sufrimiento ayudará a que la operación a la que será sometida tu madre sea más fácil y tenga éxito?. Quizá ese sufrimiento no hace más que preocupar a tu madre. Sufrir no es amar. - Una secretaria que debía realizar una carta a 150 clientes, tardó tres días en hacerlo y se sentía orgullosa del resultado tras tanto esfuerzo y tiempo dedicado.
Menos esfuerzo y más aprender a utilizar correctamente un procesador de textos, pues casi todos permiten realizar ese trabajo en menos de un minuto, una vez escrita la carta. ¡Pregúntate cómo hacerlo en vez de ser tan conformista y sufridora!. - Una madre que padecía constantemente porque su hijo tenía la costumbre de acercar el vaso donde desayunaba al borde de la mesa.
Ese sufrimiento y los constantes “¡ten cuidado que se se va a caer el vaso!” que decía a su hijo sólo ayudaba a que éste se sintiese cada vez más incómodo y que, en alguna ocasión, perdiera la atención al vaso quedando éste hecho añicos en el suelo. Así pues, profecía autocumplidora. - Dice la supuesta sabiduría popular que “quien bien te quiere te hará llorar”.
Será llorar de risa, pues si realmente me quiere mi sufrimiento le causará dolor. Distinto que está persona se muera o le suceda algo grave, ahí llorar de dolor es natural y no debería reprimirse. - …
El sufrimiento y sacrificio no es más que un valor residual que la doctrina cristiana nos ha dejado. Según ésta Jesucristo sufrió y sacrificó por salvar a los demás, claro que él sabía que al tercer día resucitaba, ¡así cualquiera se sacrifica!. Las personas no resucitamos, sólo tenemos una vida y no podemos recuperar el tiempo perdido, así que hay que disfrutar y, aunque bien es cierto que no siempre es posible, si lo es evitar el sufrimiento. Ya ha pasado unos cuantos siglos desde que
Epicuro dijo
“si un problema no tiene solución, para que preocuparse; si la tiene, para que preocuparse” y ¡cuánta razón tenía!. Sin embargo la
problemólogía se sigue practicando pese a Epicuro.
No obstante, lo más grave no es que una persona acepte el sufrimiento y el sacrificio como parte de sus principios vitales, sino que además los imponga al resto de personas que les rodea. Sirva de ejemplo una experiencia personal:
En ocasiones, no puedo entrar en casa por olvidar donde dejé las llaves o no recordar guárdalas al salir de mi lugar de trabajo y personas, que supuestamente me quieren, en vez de ayudar intentan hacerme sufrir y sentirme culpable con frases inquisidoras como:
- ¡Debes dejarlas siempre en el mismo lugar!
- ¡Debes estar más atento!
- ¡Siempre te sucede lo mismo!
- ¡Y si las tiene alguien que sabes donde vives, puede robarte!
- ¡Algún día te sucederá algo muy malo si no cambias!
- ¡Vaya memoria que tienes!
- ….
¡
YA BASTA, problemólogía y más problemología!. Por favor, si me quieren no me hagan sufrir, de lo contrario perderán mi amistad: ¡valórenlo!. Si ustedes padecen “el mal del cristiano” hagánselo mirar o no, pero a mí no me agobien, yo no sufro por aquello que puedo solucionar y tampoco por lo que no tiene solución. Dicho queda.
Además, lo más grave que me ha sucedido es tener que pagar unos euros a un cerrajero para que cambiase la cerradura. Dinero que, por otra parte, es mío. Hay quien se lo gasta en drogas para huir de la realidad y yo me lo gasto en entrar a mi casa pues mi realidad es que en ocasiones me equivoco, de lo cual no me siento culpable.
Conclusión. Plantéate si sufrir inutilmente, sacrificarte, sentirte culpable, autodestruirte e imponer que esto mismo lo hagan tus personas allegadas, te ayuda a ser feliz o sólo te genera más malestar. También puedes no planteártelo, ¡tu eliges!.
Acerca de Cecilio Sánchez «Cean»Dicen que hago periodismo y que soy activista social. Retransmito en directo luchas sociales en
Periscope, denuncio injusticias y defiendo diariamente los Derechos Humanos. Desde Murcia (España) para todo el mundo y las 24 horas del día en
ceciliocean.es.
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Buenas!
La verdad es que esto ya lo pensaba yo desde hace un tiempo, y la verdad es que nunca he escuchado a ninguna persona decir esto. pero por fin escucho (leo, mejor dicho) a alguien que tiene la misma idea que yo. Felicidades ;-)
Un saludo!
Creo que el eslógan de esta web: “Crítica, Ciencia y Psicología Social Actual” debería ajustarse a algo así como “Mis opiniones personales críticas”. Porque cada vez veo menos de Ciencia y Psicología y más “Blog” tradicional.
Disiento profundamente de todo lo que se ha expuesto en este artículo. Me parece una visión demasiado subjetiva, demasiado sesgada y ligada a una situación personal muy específica.
Quizás tú no padezcas esto que llamas “el mal del cristiano”, lo que está claro es que tampoco disfrutas del “bien del cristiano”. A menudo despotricamos a mansalva sobre cosas que simplemente no conocemos lo suficiente, porque no las comprendemos, porque nunca las comprendimos, porque nunca las hemos vivido. Quizás porque nos da coraje no comprenderlas. Como es el caso del sistema de valores que tanto atacas aquí.
Ese esfuerzo y ese sacrificio no son padecimientos gratuitos, forman parte de un concepto de Amor mucho más amplio y abstracto que ese amor terrenal que sólo está para proporcionarnos sensaciones placenteras. Realmente los padres se sacrifican por sus hijos porque los aman, es decir se desprenden de su Yo por ese Amor que les profesan. Siendo así, es un sacrificio que no es doloroso, es sacrificio, NO sufrimiento. Y la sensación del goce al saborear los frutos de ese sacrificio con sentido no se puede comparar con el amor que te provoca “risitas”. Es algo mucho más elevado a mi modo de ver.
Ahora bien, hay que creer en él, experimentarlo para comprenderlo. Y ésto es algo que no sucede de golpe, si no en pequeños fragmentos a lo largo de la toda la vida. Pero existe, y requiere de una serie de cualidades, como la empatía, que por lo visto no todos están llamado a tener. Otra cosa es que uno no crea en ello porque su experiencia vital haya sido la que haya sido, y se rebele contra esos valores. Algo que encuentro comprensible, pero es una opinión personal que no comparto.
Y por último, una reflexión: Cuando uno está SOLO completamente, ni nadie le agobia ni él agobia a nadie.
XaviAG, hay temas son difíciles de tratar y actualmente son tabú como las religiones, el suicidio, ... tienes razón. Suscitan mucha polémica y nos callamos para evitarla, sin embargo no deberíamos dejarnos silenciar.
Iñaki, en este artículo no juzgo al cristianismo ni a las creencias religiosas, tan sólo las consecuencias que en nuestra sociedad tienen dos valores judeo-cristianos: el sufrimiento y el sacrificio.
Luego, esfuerzo o tesón y sacrificio no son lo mismo. Y no estoy de acuerdo en que amar y sufrir van de la mano. Esta creencia es responsable del maltrato entre personas, ya sean de padres a hijos, hijos a padres, hombres a mujeres o mujeres a hombres, ...
Respecto a la anécdota personal expuesta, de ella también se puede concluir que esta vida es mejor ser gilipollas que tener errores por falta de atención, a un problema neurólógico que dificulte la denominada “memoria reciente” o, incluso, un simple despiste. No quiero ni pensar el maltrato al que se ven sometidos las personas que poseen alzheimer en su fase inicial, ¿tendrán que estar diciendo todo día “no me insultes por mi despiste que tengo alzheimer”?.
Saludos a ambos y felicidades a vosotros por no silenciar vuestra opinión, esté o no en acuerdo con el artículo.
No veo relación alguna entre los ejemplos que pones y el cristianismo.
¿Acaso sólo sufren y se sacrifican los cristianos?
Yo, El asunto no es si solamente “sufren inútilmente” y se sacrifican los cristianos. La intención del artículo es dar a conocer el posible origen del “sufrir inútilmente” y el sacrificio en la sociedad española (y en otras); tan sólo eso.
Creo que a lo que tú te refieres es al Estoicismo Católico como valor arraigado en la sociedad española. Algo muy socorrido en los entierros rurales, donde las plañideras claman el consabido “¡¡Hemos venío a sufrí!!”. Sucesos como la última y larga dictadura que padeció España no hicieron más que fijar esa actitud tan dañina para el desarrollo personal pero tan lucrativa para según qué modelos económicos vigentes.
[perdón por el exceso de pedantería]
El sufrimiento y el sacrificio es algo que me han inculcado en mi educación pero bien a fondo. Ahora es algo que tengo que superar día a día y creerme que me está costando. A veces me da la sensación que yo misma me doy con el látigo y llevo una lucha interna incesable que me agota al máximo. Yo reconozco, ahora ya no tanto, que muchas veces he sufrido inutilmente, los problemas se han de solucionar cuando llegan y no sufrir antes de tiempo. En cuanto al sacrificio, creo que hemos de disfrutar más de los buenos momentos que nos da la vida y saborear el día a día.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Cean. Mas claro no se puede decir. Eso es un poso que está ahí, enraizado en esta cultura española (occidental) nuestra. No creo que tenga que ver con ser o no cristiano, yo creo que es cuestión de haber vivido en esta cultura, de haber estado inmersa en ella. Hasta la gente más atea tiene ese poso. Y no es fácil eliminarlo. No se quien era, pero alguien ya lo decía: si toda la sociedad está neurótica, la neurosis se convierte en la verdad. Yo también lo he discutido a veces. Pero es algo con lo que no puedes luchar, porque te quedas sola. La gente en general no entiende esa falta de preocupación, y la etiqueta como egoísmo o indiferencia… asi que o tienes recursos o bien no queda otra que vivir entre dos extremos francamente malos: o bien sufrir y sacrificarte (quedando mal contigo pero bien con los demás) o bien ser tachada de egoísta (quedando bien contigo pero mal con los demás). Un difícil dilema.
Estoy de acuerdo con la realidad que expresa este artículo, enhorabuena Cean. Es decir, estoy de acuerdo en que el sacrificio (la culpa) es uno de los valores principales de prácticamente toda una generación en este país y que ese valor viene heredado de la tradición judeo-cristiana. Otro valor complementario, el del esfuerzo, el del trabajo, etc. viene de la tradición protestante y también tiene bastante implantación en esa generación a que me refiero.
El cristianismo en sus orígenes quizá recalcara otro concepto del amor, pero pronto se elevó a axioma principal el hecho de que Jesús murió en la cruz para salvarnos, esto es, el amor entendido como un sacrificio que puede acabar con uno mismo pero que sirve como redención a los demás.
Otras tradiciones espirituales han incidido más en la idea de “fluir”, de vivir de acuerdo a la propia naturaleza, sin forzar las cosas, y sin tener que hacer cosas que no se quieren hacer.
Coincido con Aurelia en que actitudes psicológicas como la culpa y la preocupación (dos caras de lo mismo en mi opinión) son el estandar en nuestra sociedad, y cuando la gente ve que te alejas de ellas te toman por insensible, egoísta, etc.
Pero también es verdad que aprender a vivir de acuerdo a uno mismo, fluyendo, sin culpa, sin pre-ocupación (en vez de eso es mejor vivir el presente de la actual ocupación sea la que sea), reporta una satisfacción que en mi opinión es mucho mayor que “el calor del rebaño”.
Dado que solo tenemos una vida para disfrutar de ella creo que no tiene mucho sentido desperdiciarla haciendo cosas porque todo el mundo las hace, pero que nosotros sentimos (porque en el fondo sabemos) que pueden ser de otra forma.
Un abrazo
A ver si vamos a estar confundiendo la falta de preocupación, mejor dicho, la ausencia de sufrimiento estéril con la indolencia y la falta de sensibilidad y empatía para con el sufrimiento ajeno….
Me parece que para poder hablar con autoridad del cristianismo debes conocerlo a fondo, no de manera superficial. Tus conocimientos hacerca de TODA la doctrina cristiana son más bien escasos y erróneos. Lo que realmente produce sufrimiento y culpa son la falta de amor y responsabilidad que contraen irremediablemente una serie de problemas difíciles de afrontar. Te invito a reever tu vida y a entender que TÚ ERES EL ÚNICO RESPONSABLE de tu infelicidad. No busques cumpables en cosas abstractas sino en tus actos y sus respectivas consecuencias.
Dios te bendiga!
Estoy de acuerdo con lo que has escrito. Yo creo que creer en algo, dígase religión, puede ayudarte a dar un sentido a tu vida, y a tu muerte, pero cuando esto afecta de tal manera a tu vida que te impide vivirla como en el fondo te gustaría, es un auto maltrato inútil. Pienso que las personas con creencias religiosas se pierden lo más importante, que es el vivir el aquí y el ahora, pensando que lo mejor está por llegar y no queriendo hacer frente a lo que es inevitable, la muerte. Pensar que no hay nada más asusta muchísimo y darle una explicación satisfactoria a lo que no la tiene, da mucha tranquilidad. Lo único que envidio de las personas que tienen fe; es que creen sin tener ninguna prueba de ello, lo que a ellas les va bien para seguir adelante con tu vida.
“Ama y haz lo que quieras” (Sta. Teresa de Jesús).
Se entiende por amar, el amor a toda la creación, a todas las personas, incluso al enemigo, entonces cualquier sufrimiento, o cualquier sacrificio, no serán tales. El mensaje de jesucristo es el amor al enemigo, para hacerte realmente libre, porque la mayor esclavitud del hombre es el odio que lleva dentro.
Amigos: Gracias por estar allí. Tengo mucho tiempo buscando un sitio donde se hable (o escriba) de las contradicciones en el cristianismo. Todos, en sus respectivas doctrinas, alaban su dogma. Nadie se ha atrevido a enfrentar tantos mitos, como el sufrimiento “el amor es sufrido” y el sacfricio, del cual, a mi modo de ver sí es aceptable desde el punto de vista personal, íntimo “nacer de nuevo”, cuyo especial énfasis debe ser morir al yo, y del cual para lograrlo se necesita instrucción y disciplina. No es nada fácil. He estado en escuelas metafísicas y “este yo” tiene mil máscaras donde se esconde. Para algunos, como podemos ver aquí, les resulta imposible aceptar realidades.
Mi caso: busco información de si la pobreza está enraizada en los votos religiosos de pobreza, de castidad y obediencia de la iglesia cristiana. Puesto que es incomprensible estar viviendo dos mil años después de la muerte del Cristo y la problemática sociopolítica se agrava más.
Tengo un grupo en Google: abundancia21.
Sus análisis y sugerencias serán muy necesarias en la implementación del programa para ayudar a aliviar el sufrimiento de mucha gente pobre en mi país, Venezuela.
Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, podre de Dios.
Pues esta escrito: destuiré la sabiduria de los sabios, y desecharé el entendimiento de lo entendidos. 1Cor.1:18-19
¿Donde está el sabio de este mundo?
¿No ha enloquecido Dios la sabiduria del mundo?
Para Dios su “sabiduria humana” es basura…
soypepo07@hotmail.com
No vinimos al mundo para sufrir, no es eso lo que la Divinidad penso. No debemos confundir sacrificio con sufrimiento, sacrificarse es renunciar a una cosa material o inmaterial para obtener otra y debe ser una ofrenda, o sea una acción hecha por amor ya sea a una persona o a Dios. El sacrificio llevado a cabo por amor, no nos trae sufrimiento sino gozo, y sólo asi sirve a los ojos de Dios, si el sacrificio conlleva algun tipo de sufrimiento y no es hecho por amor,no es grato a los ojos de Dios, es masoquismo, no sirve.
El sacrificio puede tener su raiz en lo que a conciencia se considera una acción correcta, ya que lo que me gusta y me da placer no siempre puede ser correcto…por ejemplo sacarle el marido a mi mejor amiga sería incorrecto, no? pues bien entonces debería estar dispuesta a renunciar a ese amor por amor a mi amiga o para seguir en el camino de Dios y por amor a El, si ese fuera el caso. Alguno que jamás haya renunciado a nada en su vida, creerá que entonces sufriré al no quedarme con marido ajeno…pues no, porque desde el plano espiritual me van a fortalecer por mi sacrificio de amor …y con el tiempo miraré hacia atras y me parecerá un sueño…lean las tentaciones de Jesús en el desierto y fijense como termina el episodio y como se responde al tentador.
ah! y Jesús se sacrificó porque sabía que iba a resucitar, pues yo también hermano, se que estoy destinada a la via eterna, más bien debiste pensar que Jesús se sacrificó por amor a los hombres (entre los que estas tu, no importa lo que opines al respecto) y porque sabía que no podía morir, como no moriremos ni vos ni yo ni nadie.Estamos en la eternidad, hoy con cuerpo físico, mañana sin el pero no dejaremos de ser nosotros mismos.
PD. SE CRITICA LO QUE NO SE PUEDE IMITAR
Hoje sonhei que alguém me avisava que meu filho estava vindo de uma viagem doente com um mal de cristiano.Acordei sobressaltado e avisei à minha esposa.Sou médico e desconhecia essa “doença”.Não penso nesse nome.Estranho sonho!!Minha esposa foi quem descobriu esse site.Alguém explica?